Este tipo de terapia se basa en la nutrición holística a través de la cual los colores de los alimentos son el modo que tiene la naturaleza de indicarnos que nutrientes contienen. Según esta técnica el secreto de una buena alimentación no es otro que una óptima combinación entre alimentos de distintas gamas de colores ya que cada uno aporta unos beneficios concretos.
Esta combinación para conseguir un equilibrio nutricional esta ya reconocida como una fórmula saludable para garantizar el consumo adecuado de vitaminas, enzimas y minerales. El “menú arco iris” mezcla frutas y verduras de acuerdo con las propiedades de los colores de los alimentos.
El color de los alimentos es importante para conocer cual es la mejor forma de ingerir todos los nutrientes. Esta teoría engloba seis colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta.
Los alimentos de color rojo son los que mas energía aportan; la mayor parte de las frutas con esa tonalidad son ricas en vitamina C (fresas, cerezas, frambuesas…) y ayuda al sistema sanguíneo. En el tomate además abunda el licopeno que es uno de los mayores enemigos de ciertas toxinas que pueden desarrollar células cancerígenas.
Los alimentos de tonalidad verde son los mas saludables ya que engloban a casi todas las verduras (coliflor, guisantes, lechuga, calabacín…). Estos alimentos almacenan clorofilas que es una parte muy importante de la terapia verde, efectiva en todos los procesos de restablecimiento de salud. Según algunos expertos este color siempre se le ha atribuido a la naturaleza por ser el color de la tierra productiva. El verde se recomienda para la estimulación del corazón y del cerebro. Estos alimentos ejercen una función alcalina en el cuerpo, constituyen una buena fuente de fibra natural y estabilizan la presión sanguínea. Tomar estos alimentos no solo beneficia a nuestra salud, también ayuda a conciliar el sueño y a disminuir la ansiedad.
Los alimentos amarillos suelen ser el grupo perfecto para empezar el día ya que la mayor parte de los productos que incluimos en el desayuno están aquí. Los alimentos incluidos en este color son en su mayoría carotenoides de acción antioxidante y magníficos depuradores. En este grupo se encuentran los cereales integrales, arroz, frutos secos, mantequilla… Los cereales son hidratos de carbono de acción lenta por lo que son perfectos no solo por sus vitaminas y minerales sino también por la sensación de saciedad y energía que producen.
El color naranja simboliza el buen apetito. Las naranjas, mangos, albaricoques… por su contenido en beta-caroteno son ricos en vitamina A, B y C. Este pigmento es un potente antioxidante que protege contra los efectos nocivos de las radiaciones ultravioleta. La zanahoria y la calabaza son muy eficaces como protectoras de este tipo de radiaciones, aumentan la resistencia a las infecciones, favorecen la producción de glóbulos rojos y activan todas las funciones del crecimiento. También tienen cualidades favorecedoras de la visión.
El color azul simboliza calmante y relajante. En este grupo se encuentran los arándanos, grosellas… que se caracterizan por su efecto calmante y refrescante. Los arándanos azules son sedantes para el intestino y actúan como antiinflamatorio del tubo digestivo.
Por último los alimentos de color violeta son muy equilibrados porque contienen rojo y azul al mismo tiempo. La remolacha, las alcachofas y las uvas negras son un ejemplo de los alimentos de este grupo que son beneficiosos para la osteoporosis y la menopausia.
La colorterapia a pesar de ser una técnica muy antigua se esta haciendo un hueco en la nutrición con el fin de conseguir el bienestar físico y mental a partir del color de la comida.
